
Sari, acostó a los chiquillos tras contarles un cuento y bajó las tenebrosas escaleras hasta acomodarse en el sofá del gran salón. Una vez allí, envuelta por el escalofriante silencio y la gélida oscuridad cayó rendida en los brazos de Morfeo.
De repente el teléfono comenzó a sonar estruendosamente, y ella con un "Buenas noches, casa de los Gónzalez" contestó a la llamada, sin obtener respuesta alguna del otro lado.
Esto mismo le ocurrió un par de veces más y aunque la niñera no podía evitar sentirse asustada por la extraña situación en la que se encontraba, no le dio demasiada importancia al asunto.
Por un momento pensó que todo había acabado, pero no era así... el teléfono prosiguió con sus incesantes llamadas, aunque esta vez Sari se había dado cuenta de un pequeño detalle, el cual diferenciaba esa llamada de todas las demás: el débil y continuo goteo que martilleaba cada rincón de su cabeza desde el otro lado de la línea.

Sabía que no aguantaría mucho más sin echar a correr, y la última llamada que se atrevió a coger, la obligó a reaccionar así. Cogería a los niños y saldría de esa casa tenebrosa cuanto antes, sin embargo, no todo parecía estar en su lugar, o mejor dicho, nadie estaba en su cama. Los niños habían desaparecido y por mucho que buscara habitación tras habitación, seguía sin dar con ellos.
Sólo una habitación más... era la única en la que no había mirado, el cuarto de baño del servicio.
Atónita y sin poder creerselo observó con detalle la impactante escena que se mostraba ante ella:Los niños, apilados unos sobre otros en la bañera vacía, estaban degollados y la cabeza de una de las pequeñas, llamada Nancy, sobresalía sobre el borde del objeto. De su cuello, emanaba una fino hilo de sangre que parecía gotear sobre el auricular del teléfono descolgado.
Nunca se llegó a encontrar al culpable y la niñera tras muchos años sin poder quitarse tanto la imágen, como el irritante goteo, de la cabeza, terminó con su propia vida saltando desde un octavo piso.
Espero que os haya gustado, verdad que ha sido ¿emocionante? La verdad es que mientras más veces la leo menos miedo da, aunque por nada del mundo me gusta la idea de estar sola en un caserón como ese y mucho menos cuidando a niños.. que al final son los que más miedo dan, por encima de todos los fantasmas y espíritus!!